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domingo, septiembre 27, 2009

LUMINARIAS DE SAN MIGUEL

LUMINARIAS DE SAN MIGUEL DE CALBUCO
¡Luminarias de San Miguel de Calbuco!
Estrellas consteladas que iluminan las aguas del Reloncaví y
las dilatadas islas del archipiélago calbucano.
Jubiloso fuego fatuo que enciende el meridional cielo de septiembre.
Tus llamas festivas son crisol de evocaciones e invocaciones,
donde confortaron el corazón
los invasores hispanos, el indio reyuno y los libertarios.
Velas de San Miguel, puestas en las ventanas, 
con sus llamas regocijantes 
convierten las modestas casas olvidadas del verano
en palacios y templos de Dios.
¡Luminarias de San Miguel de Calbuco!
Largos siglos apretados de Historia,
convirtieron los candiles de larga cabellera 
portados por los custodios del antiguo fuerte
la modesta fogata india del alba,
en llamas de la tradición calbucana.
En tus cenizas buscamos todos los recuerdos y vestigios;
como quién cuenta guijarros en las playas de Caicaén.
o las estrellas que acompañan a la Cruz del Sur

JOSE D. MANSILLA
______________________________
*** Puede descargar el artículo siguiente: LEYENDA DORADA DE LAS LUMINARIAS DE SAN MIGUEL DE CALBUCO en formato PDF desde el sitio WEB:
http://sites.google.com/site/caicaenycalbuco/luminarias-de-san-miguel

viernes, septiembre 25, 2009

LAS LUMINARIAS DE SAN MIGUEL DE CALBUCO I

LEYENDA DORADA DE LAS LUMINARIAS DE SAN MIGUEL DE CALBUCO

por JOSE D. MANSILLA ALMONACID














El Arcángel sacudió sus alas
sus ojos
dejó sus sitios: esas maderas
la torre de la Iglesia
esas campanas
sobrevoló la isla
voló hacia el paisaje infinito; las playas, las olas
dejó cortejos y rezos
caminó por esas extensiones
se detuvo
sacó su casco guerrero
su pelo se desplomó como la lluvia sobre sus hombros…
De: La Isla, el reino, el sueño. Mario Milanca Guzman
Introducción

En septiembre del año 2002, todavía con la euforia de celebración del Cuarto Centenario de Calbuco, visité al profesor y folclorista Milton Vivar en su escuela de Caicaén. Vivar, amigo desde los tiempos perdidos en la memoria, junto con los niños de Caicaén me invitó a compartir la recolección de coligües para la Luminaria que en el atardecer se encendería en el patio de la Escuela. El profesor, mientras juntaba las varas de quilas, narraba a sus alumnos los fundamentos de este anual ritual calbucano.
En efecto cada 28 de septiembre, la víspera de la festividad del santo tutelar de Calbuco, en la tierra firme y en las islas del archipiélago, en la hora del crepúsculo se encienden fogatas en honor del Arcángel San Miguel, el Santo Patrono de Calbuco: Son las luminarias a cuyo alrededor se congregan los pobladores para contemplar el fuego. El combustible utilizado en las luminarias son varillas de quila seca [2](colihues) las que se acopian verticalmente apuntando hacia las estrellas, formando un haz o gavilla. En el siglo pasado, cuando la villa no contaba con luz eléctrica, las casas se engalanaban con velas encendidas en las ventanas y puertas, produciendo un mágico efecto.
La festividad se celebra en la micro región calbucana, en la Región de Los Lagos - Chile. La ciudad esta ubicada en la isla de Calbuco y es la cabecera administrativa de un archipiélago de 14 islas y una parte continental.
El origen de la ciudad data de la instalación de un fortín por españoles e indios amigos (los indios reyunos) hecho ocurrido el 8 de mayo de 1603. Francisco Hernández Ortiz-Pizarro, su fundador, un segoviano venido desde Villacastín, lo bautizó como Fuerte San Miguel.

San Miguel Arcángel

SU ORIGEN TEOLOGICO: ¿QUIÉN COMO DIOS?

Cuando celebramos a San Miguel Arcángel –el patrono de Calbuco- no saludamos a un peregrino de esta tierra que se fue a los cielos, como los santos, sino que saludamos a un príncipe de ese otro mundo que Dios envía a proteger a este pueblo de Dios. San Miguel –dice el Obispo Arnulfo Romero es “una presencia misteriosa que no ha surgido de esta tierra sino del que dice nuestro credo: Creemos en ese Dios creador de las cosas visibles e invisibles. San Miguel pertenece a ese reino del mundo invisible donde para nosotros no hay mas conocimiento que lo que Dios haya querido revelarnos.”[3]
El Libro de los Hebreos, Pio X, El Libro de Los Salmos y las Epístolas de San Pedro nos señalan que San Miguel pertenece a los ángeles, los “mensajeros” o “servidores” de Dios, las criaturas más nobles creadas por El. Son inmortales, tienen voluntad propia y es su poder superior a los hombres; asistentes siempre en la presencia del Padre Eterno`[4].
Los ángeles fueron creados de la nada, puros espíritus, inteligentes, amorosos, libres –servidores del trono de Dios, en funciones de alabanza incesante.Distribuidos, según una arcana jerarquía atribuida al monje Dionisio el Areopagita -quien a mediados del siglo V en su De Coelesti Hierarchia los describió en querubines, serafines y tronos; dominaciones, virtudes y potestades; principados, arcángeles y ángeles-, componen muy hermosamente la grande escenografía del cielo.
El Evangelista San Juan, desde la isla de Patmos, ha visto este cielo como una ciudad deslumbrante donde no hay ni luna ni sol, ni día ni noche; porque la inviste toda una claridad eterna, cuya luz es el Cordero (Jesús), a quien aclaman los ángeles, los felices ciudadanos de Dios.
En este universo de ángeles destaca uno que tiene nombre de Luz: Lucifer, hijo y oriente de la aurora. Pero el viene a perturbar toda la hermosura del cielo. En el horizonte de su libre albedrío, el orgullo planea capitanías, idolatrías, quiere ser Dios. Aunque no estaba confirmado de gracia, sino en estado de prueba el Señor lo había adornado con tantas excelencias.
Entonces al contemplar su poder y su luz, se alza contra el Creador. “Subiré a los cielos –grita- y pondré mi trono sobre las estrellas. Sobre la cima de los serranías me instalaré en el monte santo. Subiré más allá de las nubes más altas; seré como el Altísimo (Isaías 14,14). No le quiero servir” (Jeremías 2,20).
Un choque colosal de tinieblas y luz estremece la bóveda de los cielos: Ángeles contra Ángeles, divididos por la vanidad, la envidia, la ambición de Lucifer. Todo es sobrecogedor, vertiginoso, sublime. Hasta que un grito de fidelidad, de acatamiento, salido de la boca de un arcángel desconocido, restablece la armonía con la victoria: ¿Quién como Dios? Es su divisa de combate: “Mi-Ka-El” y así queda bautizado.
Mientras Lucifer es arrojado a los abismos de su infierno, convertido en llama de fuego y odio, Miguel asciende a la capitanía de todos los ángeles fieles, príncipe y custodio, abanderado de Dios, símbolo del eterno triunfo de la luz sobre las tinieblas.
Juan el Evangelista, desterrado en Patmos describe en El Apocalipsis esta lucha que es del fin de los tiempos, pero que también es del principio:
“Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron con el Dragón. También el Dragón y sus Ángeles combatieron, pero no prevalecieron y no hubo ya en el cielo lugar para ellos. Y fue arrojado el gran Dragón, la Serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus Ángeles fueron arrojados con él”[5].
Después emergerá la sinfonía del hombre, cuando se eleva del barro de la tierra, creado como una conjunción misteriosa de todo el universo. Y en torno al tema del hombre, aparece el demonio y el ángel, Satanás y Miguel; para que exista un orden, una ley, una medida.
En el jardín del Edén Satanás vence al hombre: el pecado acechando como fiera sentencia seductoramente “Comed, se abrirán vuestros ojos, seréis como dioses”[6]. La dura experiencia de este pecado limita nuestro entendimiento, en las heridas del corazón y la carne, en la solitaria y fría agonía de la muerte.
Aun redimido por Jesús el hombre debe permanecer en la tierra en actitud militante. Debe pelear sus concupiscencias y a los enemigos externos, “el otro”, del demonio y del mundo. Estamos en el eje de esa dualidad: el bien y mal, representado por Jesús y Satán. Ambos nos requieren y en ese combate además de la gracia, contamos con el socorro y la custodia de los ángeles; de San Miguel, elevada llama de amor divino.
SAN MIGUEL EN LA TRADICIÓN Y EN LA HISTORIA
Hace más de cuarenta siglos que la tradición y la historia universal testimonian la presencia de los ángeles. Desde aquella figura de un ángel encontrada en el valle del Eufrates cuya antigüedad se calcula en 4500 años hasta el rumor de que en 1982 astronautas rusos de la estación espacial Salyut 7 presenciaron a siete enormes seres alados con forma humana; la existencia de los ángeles ha sido atestiguada en todas las religiones.
En los antiguos escritos hebreos, los ángeles suben y bajan por una escalera que llega al cielo[7]. Dos ángeles pernoctan en casa de Lot en Sodoma advirtiéndole la destrucción de las dos ciudades. Allí todos los hombres rodearon la casa de Lot y le gritaban “Saca los hombres que vinieron a tu casa esta noche porque queremos fornicar con ellos”[8]. En el libro Éxodo, Dios dijo a los hebreos: “Voy a enviar un ángel delante de ti para que te guarde en el camino…pórtate bien en su presencia y escucha su voz…Mi ángel caminará delante de ti…”[9]
La primera mención que se hace de San Miguel aparece en el libro del Profeta Daniel –en el siglo II A de C. Al referirnos la lucha de los hebreos para librarse de la esclavitud de los persas, invoca al ángel:…”Y ahora volveré a luchar con el príncipe de Persia…Nadie me presta ayuda para esto, excepto Miguel, vuestro príncipe, mi apoyo para darme ayuda y sostenerme”. Y añade: “Entonces se alzará Miguel, el gran defensor de los hijos de tu pueblo”.
La Carta de San Judas recoge la tradición judía que después de la muerte de Moisés San Miguel altercaba con el diablo en disputa por el cuerpo de Moisés. Obedeciendo al mandato de Dios San Miguel escondió la tumba de Moisés para evitar que la gente y Satanás la expusieran y llevaran a los israelitas al pecado de la idolatría[10].
También Judas Macabeo antes de iniciar batalla en defensa de la Ley y del Templo de Jerusalén clamaba la ayuda de San Miguel: “Ahora también; Señor de los cielos, envía un ángel bueno delante de nosotros para infundir el temor y el espanto…”[11]. Estando el enemigo sitiando las fortalezas y cuando ya estaban cerca de Jerusalén apareció poniéndose al frente de ellos un jinete vestido de blanco, blandiendo armas de oro[12] Por estos y otros testimonios los judíos invocan al Arcángel San Miguel como protector de Israel y protector de la sinagoga. En la fiesta de la expiación (Yom Kippur) concluyen sus oraciones diciendo “Miguel, príncipe de Misericordia, ora por Israel”.
SAN MIGUEL EN LA NUEVA ALIANZA Y LA TRADICIÓN CRISTIANA.
El honor y la veneración a San Miguel, como atestiguan los padres de la iglesia, ha sido parte esencial de la vida de la iglesia cristiana. Se supone que en las catacumbas romanas aparecen el primer testimonio de su culto y de allí se fue difundiendo: Pero la tradición reconoce que la veneración por San Miguel se origina en las iglesias del Asia Menor, la Turquía de hoy. Es Frigia donde fue venerado por primera vez; como sanador de enfermos. En el lugar de Chairotope San Miguel hizo su aparición, los enfermos que se bañaban en ese lugar e invocaban a la Santísima Trinidad y San Miguel eran curados.
Más famosas fueron las apariciones de San Miguel en las rocas del Monte Coloseo (Khonas). Allí los cristianos levantaron un santuario al Arcángel. Los paganos dirigieron una corriente de agua en contra del santuario para destruirlo, pero el arcángel separó la roca con un trueno, para darle un nuevo curso a la corriente y santificó las aguas que venían del cañón.
Hay testimonios que San Miguel se manifestó en diversos lugares de Asia Menor consagrándose el 8 de noviembre como la principal fiesta de San Miguel en el Oriente la que se celebraba en las iglesias griegas, sirias, armenias y la iglesia copta.
El principal santuario del arcángel, el Michaelion se encontraba a 50 millas al sur de Constantinopla donde se dice que el arcángel se le apareció al emperador Constantino. También en Egipto, los cristianos coptos, pusieron al río Nilo –ese don que daba la vida- bajo la protección de San Miguel y celebraban su fiesta el día que el Nilo comenzaba a crecer.
En Roma los Sacramentarios Leonino, Gelasiano, Gregoriano y algunos documentos, a partir del siglo VI indican celebraciones eucarísticas dedicadas a San Miguel como el Natale Basilicae Angeli via Salaria y Dedicatio Basiliones S. Angeli Michaelis. Esta ultima celebración el dia 29 de septiembre que dedicó la iglesia de la Via Salaria en honor de San Miguel. Esta iglesia desapareció hace unos dos siglos se llamó Basílica Archangeli in Septimo. Aquí en Roma también se le dio parte de médico celestial; ya que se habría aparecido durante una procesión hecha por San Gregorio Magno en 590 para rogar por el fin de una peste que asolaba Roma.
Pero es la aparición relatada en el Breviario Romano sobre el Monte Gárgano el 8 de mayo de 494 donde se le es restaurada su gloria original como patrono de la guerra. Los lombardos de Sipontum[13] le atribuyen la victoria sobre los griegos napolitanos el 8 de mayo del 663 a su intercesión. La iglesia de Sipontum instituyó una fiesta especial el 8 de mayo que se esparció por toda la iglesia latina, llamada Apparitio S. Michaelis, desde los tiempos de Pío V, aunque en principio se celebraba la victoria.
En Normandía, Francia, San Miguel es considerado patrón de los marineros. Allí se construyó la famosa abadía en el Mont-Saint-Michele cuyos orígenes se remontan al siglo VIII. Según la leyenda, en 708, San Aubert obispo de Avranches habría construido un oratorio dedicado a San Miguel, tras habérselo pedido personalmente el arcángel en tres apariciones sucesivas.APARICIONES DE SAN MIGUEL
San Miguel se ha aparecido en muchas ocasiones. Santa Juana de Arco declaró que desde los trece años escuchaba voces encargándole la misión de dirigir el ejército francés, coronar como rey al delfín en Reims y expulsar a los ingleses del país. En el juicio que se le hizo a la santa, respondió con mucha reserva que una de las voces era San Miguel, protector del reino de Francia, al que vio con sus propios ojos y no solo, sino acompañado de ángeles del cielo. Así, por orden de Dios partió a liberar Francia.
San Miguel del Milagro en Tlaxcala, México. El año 1631, Diego Lázaro, participaba en una procesión por el día de San Marcos cuando tuvo una visión interior de San Miguel que le habló: Yo soy San Miguel Arcángel y he venido a decirte que es voluntad de Dios y mía que le digas a los habitantes de esta villa y de sus alrededores que en la barranca compuesta de dos montañas y frente a este lugar encontrarán una fuente milagrosa de agua que sanará todas las enfermedades. Está debajo de un gran peñasco. No dudes lo que te digo y no olvides lo que te mando hacer. Diego , pensando que nadie creería, mantuvo aquello en silencio, pero unos días mas tarde se enfermó de gravedad. Al principio no pensó que su mal se debía a su desobediencia. Trece días mas tarde, en su agonía, en un instante de intenso terror, se produjo un rayo y apareció frente a sus ojos San Miguel. El arcángel tomó a Diego Lázaro, lo llevó a la barranca y le dijo: "Aquí, donde toque con mi callado, está la fuente de la cual te hablé durante la procesión. Debes darla a conocer o serás gravemente castigado."
Cuando San Miguel tocó tierra con su callado, un fulminante rayo señaló el lugar de la fuente milagrosa.. En ese mismo momento se sanó Diego Lázaro. Solamente la familia de Lázaro creyó su historia y se fue con el a tratar de excavar el lugar señalado por San Miguel, pero les fue imposible remover las rocas que yacían sobre la fuente. De pronto se apareció un joven de extraordinaria apariencia y con fuerza sobrenatural removió las rocas, abriendo la fuente de agua milagrosa. Pero, así todo, Diego, por temor a la gente, no acató la orden de San Miguel.
Seis meses más tarde, mientras participaba en la Misa, un dolor irresistible y extraño lo atacó. Tuvo que irse a su casa, y se sentía casi morir. San Miguel se apareció por tercera vez y le habló con voz de reproche: "¿Por qué eres tan cobarde y negligente en cumplir lo que te he encomendado hacer?, ¿Deseas que vuelva a castigarte por tu desobediencia?. Levántate y da a conocer lo que te he pedido".Diego Lázaro se levantó, fue a la fuente, recogió agua en unos jarrones y fue donde el obispo quien lo recibió con amor paternal y le prometió investigar la aparición. El obispo pidió que se distribuyera el agua entre los enfermos de su familia y del hospital. Todos los que tomaron el agua se sanaron inmediatamente. Fue así que se iniciaron los eventos milagrosos que continúan hasta hoy.
San Miguel se apareció también en el Monte Aralar, España, a Teodosio de Goñi, un penitente que vagaba por las serranías navarras después de asesinar a sus padres. Un día del año 714, se encontraba en una de las cumbres de esta sierra, próximo, sin saberlo, a la boca de una sima en cuyas profundidades, según los vecinos del lugar, vivía un dragón que mataba personas y ganados fulminándolos con su lengua de fuego. Repentinamente el monstruo surgió de la caverna y Teodosio se encomendó a San Miguel. El arcángel descendió del cielo dentro de un gran resplandor, portando sobre su cabeza una cruz, aniquiló al dragón y rompió las cadenas de Teodosio. Liberado de su penitencia, Teodosio volvió a Goñi y tras abrazar a su esposa y a su hijo Miguel, regresó posteriormente a la cumbre de Aralar, donde consagró el resto de su vida al culto a San Miguel, construyendo un templo en su honor al que llamaron San Miguel in Excelsis.
La tradición popular que surge a consecuencia de la leyenda mantiene que la efigie de madera del Arcángel –hoy recubierta de plata sobredorada- que se venera actualmente en el Santuario, fue dejada por San Miguel en su aparición. También mantiene esta tradición que las cadenas que permanecen colgadas en el exterior de la capilla son las que llevó Teodosio hasta su liberación y que el conjunto del Santuario está levantado sobre la propia sima donde moraba el dragón aniquilado
-El 13 de octubre de 1884, el papa León XIII, experimento una visión horrible. Después de celebrar misa. Mientras consultaba con sus cardenales en la capilla privada del Vaticano, se detuvo frente al altar y quedó sumido en una realidad que solo el veía. Su rostro transfigurado expresaba horror e impacto, palideciendo. De pronto se incorporó, y se fue a su estudio privado. ¿Qué había pasado?. ¡Oh, que imágenes tan terribles se me ha permitido ver y escuchar!, y se encerró en su oficina. ¿Qué vio León XIII?: Demonios y crujidos, sus blasfemias y sus burlas, diciendo que el podía destruir la Iglesia y llevar al mundo al infierno si se le daba tiempo y poder. También vio a San Miguel aparecer y lanzar a Satanás con sus legiones en el abismo del infierno.
Media hora después llamó al Secretario para la Congregación de Ritos entregándole una hoja donde estaba escrita la oración que enviada a todos los obispos del mundo tenia que ser recitada después de cada misa.
Oración:
“San Miguel Arcángel,
Defiéndenos en la batalla
Sé nuestro amparo
Contra la perversidad y asechanzas
Del demonio.
Reprímela Dios, pedimos suplicantes,
Y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
Arroja al infierno con el divino poder
A Satanás y a los otros espíritus malignos
Que andan dispersos por el mundo
Para la perdición de las almas
Amén”
Después del Concilio Vaticano II el mandato de recitar esta oración al finalizar la misa fue revocado, pero se puede continuar con esta prédica a manera de devoción.
-En 1916 se apareció en Portugal. Antes de las apariciones de Nuestra Señora, Lucía, Francisco y Jacinta, todos residentes en la aldea de Aljustrel, parroquia de Fátima tuvieron tres visiones del Ángel de Portugal, o de la Paz. La aparición del Ángel tuvo lugar en la primavera de 1916, en una gruta del “outeiro do Cabeço”, cerca de Aljustrel, y se desarrolló de la siguiente manera, conforme narra Lucía:
Sólo habíamos jugado unos momentos cuando un viento fuerte sacude los árboles y nos hace levantar la vista para ver qué pasaba, pues el día estaba sereno. Comenzamos a ver, a cierta distancia, sobre los árboles que se extendían en dirección al este, una luz más blanca que la nieve, con la forma de un joven transparente más brillante que un cristal atravesado por los rayos del sol.
A medida que se aproximaba fuimos distinguiendo sus facciones: era un joven de unos catorce o quince años, de una gran belleza. Estábamos sorprendidos y absortos; no decíamos ni una palabra. Al llegar junto a nosotros nos dijo: – “No temáis, soy el Ángel de la Paz. Rezad conmigo”.
-También San Anselmo y San Alfonso de Liborio escriben sobre el socorro celestial de San Miguel ayudando al bien morir.
- Una de las ultimas apariciones de San Miguel ocurrió en San Sebastián de Garabandal una aldea aislada en las estribaciones de la cordillera del Cantábrico en España norteña cerca de Santander En 1961, era la más pobre y aislada de todas las aldeas de cultivadores de la región. El 18 de junio, cuatro muchachas, jugaban en las cercanías de la aldea cuando oyeron un sonido como trueno. Repentinamente, estaba allí parado ante ellas un ángel deslumbrante. Él no dijo nada y desapareció rápidamente. Pálidas y visiblemente turbadas, corrieron a la iglesia de la aldea, y así la aparición se supo.
-También se ha aparecido en la región de Naju, Korea, donde se manifestó ofrendándole la ostia a una feligresa.
-San Miguel se apareció un día a Antonia de Astonac, en Portugal y dijo que deseaba ser honrado con nueve salutaciones, correspondientes a los nueve coros de los Ángeles. Es la llamada Coronilla de San Miguel.
SAN MIGUEL EN LA LITURGIA Y MISIÓN CANÓNICA
Hay en los ángeles tres momentos: su creación, el testimonio de obediencia a que fueron sometidos por Dios y el lauro para los ángeles fieles y buenos y el castigo para los ángeles malos. En el Juicio Final los ángeles de Dios despertarán a los muertos y separarán los justos de los pecadores[14]
Así San Miguel, tanto en la Iglesia de Oriente como entre los teólogos occidentales, es el virrey del cielo, jefe de los ejércitos angelicales, custodio de la Iglesia Católica contra sus enemigos y protector de los cristianos contra el poder diabólico, especialmente a la hora de la muerte, acompañante de las almas en la eternidad, ya que es el guardián del paraíso y lleva a aquellos que podrán ser recibidos ahí.
QUE TU ÁNGEL PRESENTE ANTE TI LAS ORACIONES DE TU IGLESIA
Conocido como el ángel de la plegaria y la adoración, la tradición nos enseña que San Miguel preside el culto de adoración que se rinde al Altísimo y ofrece a Dios las oraciones de los fieles simbolizados por el incienso que se lleva ante el altar.
La liturgia nos presenta a San Miguel como el que lleva el incienso y está de pie ante el altar como intercesor y portador de las oraciones de la Iglesia ante el Trono de Dios.
Cuando la Iglesia, en el momento solemne de oficiar el sacrificio por los difuntos, invoca a San Miguel, en su impresionante ofertorio para que presente las almas a la luz santa del Juicio de Dios. En este estremecido instante del recuerdo, de pesar las malas y buenas obras que hicimos en el mundo, los devotos de San Miguel confían en él, porque nos asiste a la hora de la muerte protegiendo las almas de las tentaciones del diablo, quien aprovechando todos los resquicios para pervertir el alma, en este momento más crítico, cuando el ánima está esperando reunirse con Dios, en esa espera Satanás intenta seducir al espíritu y así arrebatarlo para llevarlo a su reino de sombras[15].
San Miguel defiende y protege nuestras almas en el momento de la muerte. La devoción popular, que ha influido notablemente en los textos litúrgicos lo considera como “pesador de almas”. Estos precedentes de las tradiciones judaicas, tienen raíces en Oriente[16]. Desde allí nos llegan las imágenes del juez con la balanza de la justicia, inclinado un platillo hacia “la luz santa prometida a Abraham y a su descendencia”.
REPRESENTACIONES DE SAN MIGUEL
La existencia de los ángeles, estos espíritus puros, intermediarios entre la divinidad y los hombres, y servidores inmediatos de Dios, están presentes en todas las antiguas religiones.
Establecido el orden angélico según la Angeología del Areopagita, fueron los ángeles y arcángeles las jerarquías más representadas.
En la escultura, la dificultad de “dar forma plástica” a estos seres espirituales fue inspirada en las Nikes griegas como seres alados.
Hacia el siglo XVI la devoción de los ángeles se extiende y en el siglo XVII su culto es consagrado por el papado. El pensamiento y la estética de este periodo acerca la vida cotidiana a las realidades celestiales, la estatuaria religiosa asume la presencia de los ángeles en sus más variadas formas, especialmente en las obras del Barroco.
Los tratadistas de arte españoles, muchos con tendencia a la conexión doctrinal y artística con el arte italiano se refieren de manera explícita a la figura de los ángeles: Francisco Pacheco en su Arte de la Pintura afirma que los ángeles deben figurarse “en edad juvenil desde 10 a 20 años…que, como dize San Dionisio, representa la fuerza y valor vital, que esta siempre vigoroso en los Ángeles…De hermosos y agraciados rostros, vivos i resplandecientes ojos (aunque a lo varonil) con varios y lustrosos cabellos, rubios y castaños, con gallardos talles, y gentil composición de miembros…[17]
De la eclosión de imágenes de ángeles del siglo XVII y XVIII, derivados de este prototipo hay pequeños ángeles rubios, a veces reducidos a cabezas aladas y figuraciones de lampareros, pasionarios y arcángeles, vestidos con túnicas o indumentaria militar, inclusos en hornacinas y retablos. En las ventanas de algunas abadías y catedrales hay ángeles que parecen vivos, que al trasluz del sol arden en un fuego de oro y se hacen llama encendida adorante al Altísimo.
LA ICONOGRAFÍA DE SAN MIGUEL.Las huellas mas antiguas de la representación de San Miguel proceden del siglo VII, aunque en la Biblioteca Nacional de Francia, existen antiguos manuscritos de arte paleocristiano de las iglesias de Oriente, donde se le representa en su papel de sanador a través de las aguas o fuentes.
También algunos frescos y grabados de la región de Capadocia ilustran a San Miguel como el pesador de las almas en el paraíso.
En la Edad Media europea, época de sacralización de la caballería y la militarización de la fe, San Miguel se convierte en protector de la caballería y de las órdenes militares. Las representaciones iconográficas del santo retoman el combate apocalíptico, aunque la representación bíblica es menos fuerte que el culto legendario. Este culto al héroe matador de monstruos puede tener en su origen, además del bíblico, un arquetipo mítico como Jasón o Perseo. Es posible que el imaginario medieval haya tomado y adaptado al cristianismo temas antiguos y conocidos. El culto a San Miguel y a los demás Arcángeles es típicamente medieval vinculado con el gusto por los santos guerreros, el fin del mundo y el Juicio Final. Tan guerrero, que después, en la santa iglesia de Cristo, los piadosos monjes medievales no vacilan en revestirle de una poderosa y muy labrada armadura, donde no falta el detalle de la espuela impaciente ni la lanza que destruye el demonio, vencido a sus pies, como le vemos en las ingenuas miniaturas de los breviarios corales18]. Claro que toda esta iconografía no es inventada o soñada, sino que traduce fielmente los testimonios de la tradición y de la historia.
En el arte, San Miguel es representado como un ángel guerrero, armado con un casco, espada y armadura (frecuentemente la armadura presenta la inscripción latina: Quis ut deus), parado sobre el dragón, a quien a veces clava con una lanza, o presto para encadenarlo para siempre en el abismo del infierno. También sostiene un par de balanzas en donde pesa las almas de los desviados, o el libro de la vida, para mostrar que el toma parte en el juicio. San Miguel es representado en la versión de los modelos itálicos y consagrados en España por el sevillano Roldán.
En Roma se representa en una estatua de bronce desde lo alto del castillo de Saint Ángelo, con resplandeciente armadura, en el acto de envainar su espada mientras contempla la ciudad eterna.
En el santuario de Aralar se representa como un ángel crucífero, iconografía sumamente peculiar en el arte cristiano y, al parecer, privativa del antiguo reino de Pamplona.
CELEBRACIONES Y FIESTAS EN HONOR A SAN MIGUEL ARCÁNGEL
En todas partes del mundo terrenal, San Miguel es venerado como el Santo Patrono de ciudades, pueblos. Se le hace advocación de catedrales, capillas, se le erigen santuarios, donde es celebrado y venerado.
Las primeras celebraciones en su honor comenzaron en Oriente. Allí se celebraban festividades en Khonas el 6 de junio, cuando separó las rocas con trueno; las del 9 de junio en los extramuros de Constantinopla donde los enfermos dormían en la noche dentro de la iglesia, esperando una manifestación del Arcángel.
Pero la festividad del Arcángel de más antigua data que se observa es la celebrada el 8 de noviembre. Fiesta que ha adoptado la iglesia griega, y las iglesias de Siria, Armenia y la Iglesia Copta. Es actualmente la principal fiesta de San Miguel en el Oriente.
Los cristianos de Occidente celebran dos grandes fechas en honor a San Miguel: el día 8 de mayo, cuando hace su aparición en el monte Gargano, asociada a su intervención en la batalla a favor de los lombardos y donde le es restaurada su gloria como soldado celestial (494 o 530), por la iglesia de Sipontum quien dedica este día a la “Apparitio S. Michaelis”.
La otra fiesta instituida por la iglesia de Roma es el día 29 de septiembre, la cual es citada en los sacramentarios litúrgicos y martirologios romanos. En el año 590, una terrible peste asolaba Roma y las regiones aledañas. El Papa San Gregorio Magno ordenó que el pueblo saliera en procesiones y alabanzas permanentes con salmos penitentes para alejar el mal. Se hizo ayuno durante tres días en iglesias, capillas, conventos y el 25 de abril, a las tres de la tarde cuando el pueblo cristiano salió de su recintos sagrados llorando en procesión y clamando piedad a lo alto del cielo, al atravesar el río Tíber se vió aparecer sobre el Mausoleo de Adriano (hoy Castello de Saint Angelo) al arcángel San Miguel con su espada de fuego en lo alto. El ángel en solemne acto envainó su espada, dando a entender que gracias a la súplica del pueblo, la peste cesaba. Se consagraba asi nuevamente a San Miguel como Santo Sanador, al igual que el origen de su devoción en Capadocia. Meses mas tarde el Papa Bonifacio IV el 29 de septiembre como fiesta de San Miguel Arcángel. La jerarquía eclesiástica romana asume con protagonista de los milagros y  le arrebata al pueblo cristiano la devoción a San Miguel nacida en Monte Gárgano que consagraba el 8 de mayo como festividad del Arcángel y todos los  aluden a la fecha de la consagración de la Basílica levantada en su honor llamada en el siglo noveno: Basílica Archangeli in Septimio y que parece ser la de Santa Maria La Mayor.
Estas dos fechas 8 de mayo y 29 de septiembre son las que la cristiandad católica celebra al arcángel San Miguel. En el último tiempo se han extendido las celebraciones y tanto en Europa como en América a la manifestación devota, sus seguidores han ido agregando la alegría de la fiesta pagana.
En los pueblos españoles las fiestas patronales de San Miguel se han asociado al ludismo de los juegos torinos: los encargados o mayordomos organizan al amanecer dianas de bandas de música, campeonatos deportivos, degustaciones de comidas típicas como las migas alpujarreñas con sardinas de Mecina Bomoborón, chocolatadas, elección de reina, bailes populares, etc. En todas las celebraciones hay misa, procesión con la imagen de San Miguel presidiendo; pero también hay suelta de vaquillas, de toros, como en Cuellar o Tarazona de Guarena, donde hay arreo y encierro de animales. Celebrándose indistintamente el 8 de mayo o el 29 de septiembre. Una característica es el lanzamiento del cohete que da inicio a la fiesta y la entonación de verbenas como en Hoyo de Pinares y San Felipe de Torres Mochas. En algunos pueblos como Bárzana, la festividad coincide con las ferias ganaderas[19]. Del mismo estilo con ligeras variaciones se celebra en Villa Manrique, Sardalla, Quilaño, Castrillón, San Miguel de Polanco.
Traído San Miguel a América por los invasores españoles, su culto se entronizó fuertemente en el pueblo aborigen y mestizo. México, Guatemala, Perú, Chile y Argentina dan testimonio de una fuerte presencia de San Miguel como santo patrono de ciudades, pueblos, iglesias y parroquias.
En México es celebrado en centenares de pueblos donde San Miguel es un santo muy popular. El arcángel es celebrado con bandas de guerra en San Miguel de Huistan donde los aldeanos se visten con atuendos copiados de la imagen barroca del santo. En La Labor los tambores y trompetas hacen retumbar el poblado. Durante la procesión la caballería galopa a campo traviesa portando enormes banderas. Aquí se encuentra la Capilla de los Indios que rinde culto a San Miguel desde el siglo XVIII. En La Labor de madrugada se cantan “Las Mañanitas” a San Miguel o al “Güerito” como le llaman los fieles.
En San Miguel de Allende, el encuentro y desfile de la imagen de San Miguel y la Santa Cruz de Puerto Calderón está lleno de cascabeles, mandolinas, ofrendas de flores e incienso. De aquí son loa ofrendas o Xuchiles donde la comunidad lleva en andas ofrendas de flores, pan, choclos, que depositan en el atrio del templo, al igual que en Chiutla de Tapia, donde los elotes ofrecen choclos a la imagen[20].

NOTAS
[1] Mario Milanca Guzmán: La Isla, El Reino, El Sueño [Poeta e Historiador Calbucano]
[2] La quila (Chusquea quila) es una gramínea que crece en la región de la selva valdiviana, en Chile. Es endémica de Chile. A diferencia del colihue, crece de forma arqueada. Sus culmos, llamados colegües o coleos se utilizan para hacer muebles artesanales y son muy apreciados para encender fuego, porque pueden arder estando húmedos.


[3] Homilía del obispo Oscar Arnulfo Romero en San Miguel de Huizucar (San Salvador) 29.09.1977

[4]
Hebreos 1,7; Pío X; Salmo 103,20 Pedro 2,11

[5]Apocalipsis 12,7-9

[6]Génesis

[7] Génesis 25.12
[8]Génesis 19, 4,5)
[9]Éxodo 23,20
[10]Judas 9
[11]Macabeos 15:22
[12]Macabeos 11:6
[13]Antigua colonia griega, cerca de la actual ciudad de Manfredonia, provincia de Foggia, Italia Central, a orillas del monte Gargano destruida por un terremoto en 1233. La tradición dice que San Pedro predicó el Evangelio en esta ciudad.
14] Mateo 13,41; 16,27; 24,31; 25,1 y ss
[15] Este ha sido el tema central de la Ultima Tentación” del autor griego Nikos Kazantzakis y que fue llevada al cine por Martin Scorsese y que tan vapuleada ha sido por aquellos que se quedaron enredados en las sabanas de Maria Magdalena y parece no comprendieron el estremecedor contenido de la obra. Kazantzakis dirá: “Nunca seguí con tal intensidad, con tal comprensión y amor la vida y la Pasión de Cristo, como a lo largo de esos días y esas noches cuando escribía La última tentación. Al escribir esta confesión de la angustia y de la gran esperanza del hombre, estaba yo tan conmovido que mis ojos se llenaban de lágrimas; no había sentido nunca la sangre de Cristo, con tanta dulzura y tanto dolor, caer gota a gota a mi corazón".
[16] Emile Male en El Arte Religioso del Siglo XII anota: Durante siglos el Egipto faraónico había pintado el juicio del alma sobre el papiro del Libro de los Muertos y sobre las paredes de las tumbas. En Presencia de Osiris, y sus asesores, Anubis vigila los platillos de la balanza. Tembloroso, el muerto advierte con espanto que su corazón no está ya en su pecho: puede verlo sobre uno de los platillos, en tanto que en el otro pesa el símbolo de la Justicia. El muerto se defiende a sí mismo, y pronuncia la hermosa confesión negativa en la que el antiguo Egipto revela su bondad: “Yo no he hecho verter lágrimas, no he causado sufrimiento a nadie..., no he quitado la leche de la boca del niño, no he arrojado al ganado de la hierba en que pacía...., soy puro, soy puro, soy puro”. Si los dos platillos se equilibran, si la aguja del fiel permanece inmóvil, el muerto justificado franquea las puertas del Amenti.
Parece que el mito es recogido por la tradición hebrea: En el Libro de Daniel donde se relata el banquete del rey persa Belsasar, una mano escribe en la pared “Has sido pesado en balanza y fuiste hallado falso” Libro de Daniel 5,27

.
[17] Pp. 456
[18] En la Edad Media se le dio un trato irónico al Santo, se cuenta la historia de un campesino que encontrándose en peligro implora socorro al arcángel. Pasado el peligro, le anuncia que no obtendrá nada de él. Este trato irónico aún persiste hoy día. Hace años escuche en Calbuco el cuento siguiente: “Soñaba el feligrés que se caía a un profundo abismo. ¡San Miguel Sálvame! Invoca. En ese instante un poderoso brazo detiene su caída. ¡Gracias San Miguel!, dice el devoto. ¿A qué San Miguel invocaste? le pregunta una voz, mientras lo mantiene suspendido sobre el abismo. A San Miguel de Calbuco contesta el penitente. ¡Sonaste!, le responde la voz, porque yo soy el de Chope y lo arroja al abismo.” Pareciera que San Miguel no es particularmente agradable a ojos del clero regular. Los investigadores ofrecen algunas explicaciones sobre este silencio de los predicadores o su espíritu de burla: a medida que el culto a San Miguel crecía, se corría el riesgo de que el Santo se convirtiera, en el imaginario popular; en un serio competidor de Cristo. Por esa razón los Padres de la Iglesia, desde San Agustín en adelante, llaman la atención de los fieles contra el culto excesivo a los ángeles...En adelante San Miguel podía convertirse en un peligroso rival para Cristo por su función esencialmente militar.
Me parece que el tema lo zanja de alguna manera el obispo mártir Monseñor Arnulfo Romero cuando señala “El triunfo de San Miguel no le roba nada a Cristo. al contrario, hace de la victoria de Cristo la victoria de todos los hombres. El la reparte, junto con María, junto con el ministerio de su iglesia, a todo aquel que quiera ser salvo” .
[19] Antiguamente en la meseta castellana se celebraban las dos fechas: 8 de mayo y 29 de septiembre, por cuanto marcaban hitos en el pastoreo y trashumancia de ganados: En mayo cuando comenzaba el esquileo y la subida a las pasturas de verano a las serranías del Guadarrama y en septiembre cuando al fin de las veranadas el ganado de la Mesta retornaba a la llanura. Villacastin pueblo natal de Francisco Hernández Ortiz-Pizarro, fundador de San Miguel de Calbuco, era un gran centro de esquileo en el siglo XVI: 5.000 hombres se reunían en los corrales por mayo en las faenas de esquileo y enfurtido de lanas, que servirían para fabricar los paños de Castilla. ¿Tuvo en mente, ese día 8 de mayo de 1603, el segoviano Hernández Ortiz-Pizarro para bautizar como San Miguel el fuerte que fundó en Calbuco, recordando las fiestas de San Miguel de su pueblo allá en los campos de Castilla?
[20] Muchos años ha, he visto a los campesinos de Cauquenes llegar a la iglesia para la festividad de San Francisco bajando de sus carretas sacos de papas, legumbres, que dejaban en la entrada del templo donde eran repartidos para los mas necesitados. Estos campesinos eran gente modesta, pero con gran sentido solidario, no la caridad o compasión mediática de las comidas con vino y pan que las figuritas y coadjutores farandulean en empedradas casas.

sábado, septiembre 12, 2009

FOTOTECA CALBUCANA DE SERGIO VARGAS 004




LAS FIESTAS DE LA PRIMAVERA

La década de los años 30 del siglo pasado, en Calbuco se celebraban las Fiestas de La Primavera, con gran participación de la sociedad calbucana. El producto del dinero recolectado en estos festejos se destinaba para la Parroquia y el Cuerpo de Bomberos.

Publicamos aquí tres instantes de estos festejos, las fechas son aproximadas:

1.- Pierrots y colombinas del años 1936

2.- Coronacion de la Reina y Damas de Compañía y séquito. Al fondo se observan los integrantes de la Banda JEBAM. Aeeiba del telón la enseña del Centro Cultural Alejandro Flores, el gran organizador de estos festejos primaverales.

3.- Foto de la última Fiesta de la Primavera en el año 1942. En al puerta del Policlínico de la Caja del Servicio de Seguro Obligatorio.




domingo, septiembre 06, 2009

FLORIDOR CARDENAS Y LA CREACION LITERARIA

FLORIDOR CARDENAS Y LA CREACION LITERARIA

FOTO: Izq.; Don Floridor Cárdenas, al Centro el escritor don Edsio Alvarado (Tomado de MEMORIA CHILENA)

En 1993, junto con don Milton Vivar -amigo, en quién yo tanto quiero- tuvimos una conversación Die Profundis con el ilustre ciudadano de Calbuco Don Floridor Cárdenas1.

Le comentaba entonces que en la casa de mis niñeces, en la calle Baquedano, su nombre, junto a otros nombres como don Pancho Sepúlveda, Aniceto Rodriguez, Salvador Allende, nos acompañaban en la conversación cotidiana, donde al calor del pan amasado solidario recién sacado del horno se hablaba de sindicatos, de las estampillas de las libretas del Seguro Social, de la CUTCH.

La tía Olfa Soto Mansilla, contumaz luchadora social, militante del antiguo Partido Socialista: orgullosa allendista, como el que escribe, tenía en don Floridor un referente, un compañero de ruta y un amigo. En más de alguna ocasión acompañé a la tia Olfa a conversar con don Floridor en su despacho de la Inspección Departamental de Educación, detrás del alto mesón de esa repartición.

Entrevistamos a don Floridor, porque su nombre está asociado indisolublemente con Calbuco. Pocos hombres de nuestro pueblo -tal vez contados con los dedos de las manos- como él han hecho “tanto con tan poco”. Este notable y polifacético hombre público, ejemplar funcionario del Estado, activo dirigente político, gremial, deportivo y artístico; abrazó el periodismo siendo corresponsal de diferentes medios.

A través de sus crónicas emerge la historia cotidiana de Calbuco, en la que el fué vívido protagonista. No sólo fué cronista, historiador, también de inclinó por la creación literaria. Esa es la faceta que queremos destacar en este artículo, ademas de rescatar algunas de las buenas acciones en las que tuvo directa participación.

Don Floridor nació en Calbuco el 25 de junio de 1916. Su infancia giró en el hogar de sus familiares. Realiza estudios de enseñanza primaria en la Escuela Superior de Hombres Nº 1 de Calbuco; la antigua y bien amada “Escuela Balmaceda.”

En los últimos días del verano de 1926 -maleta en mano- desembarca del Orán, en Puerto Montt2. Vientos de Travesía, calles mojadas, carruajes de sangre, casas señoriales de madera tenía el Puerto Montt de entonces cuando arriba el niño Floridor para estudiar en el Liceo de esa ciudad. Egresa en 1933. Retorna a Calbuco viviendo alreddedor de sus familiares.

En 1935 ingresa como oficial administrativo en el diario “El Correo del Sur” de Puerto Montt, periodico que siempre estaba en pugna con “El Llanquihue”, diario regional que a lo largo de su existencia se caracteriza por ser de anquilosada tendencia conservadora.

Instalado en el Correo, al poco tiempo estaba corrigiendo pruebas, redactando artículos y realizando crónicas. En 1936, El Correo del Sur, con un tiraje muy mermado, cerró sus páginas y Don Floridor regresó a Calbuco “para nunca más salir de él...”

De su trabajo en el diario, heredó una noble y notable afición por el periodismo. Aunque permaneció viviendo “arraigado en los mas profundo” de su tierra, no dejó un solo día de representarla al exterior de la isla a través del Periodismo. En su función reporteril fué por más de cuarenta años corresponsal del diario El Llanquihue. También de las emisoras V. P. Rosales y radio Reloncaví (ex-radio Llanquihue). Colaborador de los diarios regionales La Prensa de Osorno y La Cruz del Sur de Ancud.

De su vasta participación ciudadana, rescatamos algunas de las más relevantes, que como jerarquías angélicas hemos resumido en nueve categorías:

a) Don Floridor Cárdenas y el deporte

Comenzó sus actividades deportivas como dirigente del Club Deportivo José Miguel Carrera, llegando a ser su presidente durante más de 8 años desde 1952 a 1960. También se destacó como presidente de la Asociación de Futbol de Calbuco por 3 períodos. Desde este puesto promovió reformas en la organización de los clubes para imprimirles una cuota de seriedad y responsabilidad, sacar de la cabeza del aficionado la idea de “pichanga” de fin de semana.

Como una forma de integrar la sociedad al deporte, se organizaron olimpíadas deportivas con la participación de centenares de niños de las escuelas rurales. Se hicieron veladas en el Estadio Fiscal, en tiempos que en Calbuco no existía el alumbrado eléctrico. Los espectáculos nocturnos en este lugar no estuvieron exentos de magia y colorido.

En la primavera de 1951, la Asociación organizó un gran Campeonato Deportivo Interescolar con la participación activa de 400 jóvenes de las escuelas rurales del departamento, la actuación de la Banda del Regimiento Sangra de Puerto Montt y un gran programa de fuegos artificiales que contó con la asistencia de las autoridades provinciales al evento. El deporte constituía un gran espacio de sociabilidad e integración para todos los isleños calbucanos3.

b) Don Floridor Cardenas y la creación y difusión artística

No menor fué su participación en la gestión de importante hitos culturales de la comuna. Ya a mediados de la dácada de 1930 junto a un grupo de estudiantes y ex-estudiantes funda el Centro Cultural Alejandro Flores.

El centro organizaba bailes, veladas artísticas, para solaz del pueblo, en el Salón de Actos del local del Cuerpo de Bomberos. Entre los artistas locales estaban Roberto Bustamante (a) Cachivache, Ernesto Olavarría (a) Mostacho, Ulises Bustamante y su hermano Lamberto quién era el escenógrafo. Duante años el Centro Cultural junto con el cura de la Parroquia y el Cuerpo de Bomberos, organizaron las Fiestas de la Primavera, gran evento de la socialité calbucana de la época

Algunas obras relevantes que dejaron para la posteridad fueron el levantamiento del obelisco al Presidente Balmaceda al costado de la Plaza de Armas y la construcción de veredas de hormigón frente al Cuartel de Bomberos, toda una novedad en la época.

También fué fundador del Ateneo Federico García Lorca, producto del impacto que produjo la muerte del poeta granadino a manos de los esbirros facistas durante la Guerra Civil Española. El Ateneo tuvo corta vida porque los asistentes estaban mas interesados en el yantar que en los poemas del cante jondo.

Integró una banda musical llamada JEBAM, donde también tocaba don Eduardo Mayorga. Los integrantes interpretaban guitarra, banjo, mandolina, batería, incluso el correspondiente piano.

c) Don Floridor Cardenas y la gestión cultural

A través de sus crónicas, comenzadas a escribir a los 16 años, apoyó siempre toda actividad cultural

que se realizara en Calbuco. Entusiasta colaborador del Grupo Folclórico “Caicavilú” -joya de la cultura calbucana- puso a disposición del grupo una de sus mejores ideas: la creación e impulsión de la fiesta costumbrista “La Noche de San Juan en Calbuco”, festival gastronómico que se ha difundido por todo Chile, desde San Fernando hasta Punta Arenas, con matices locales del lugar de la celebración, pero cuyo incuestionable creador y promotor fué don Floridor Cárdenas y el Grupo Folclórico Caicavilú de Calbuco.

Producto de esta promoción del turismo gastronómico, el grupo Caicavilu fue galardonado por el Servicio Nacional de Turismo. Este festival de invierno sigue realizándose hasta hoy en Calbuco y pasó a integrase en el colectivo como uno de los pilares identitarios de nuestra cultura chilote junto con la Fiesta de los Indios Reyunos, las Luminarias de San Miguel de Calbuco, el Curanto Gigante y la Conmemoración del Combate de Abtao, entre otros.

d) Don Floridor Cardenas y la cuestión social.

Otra importante faceta de su singular personalidad fué su sensibilidad social para comprender y comprometerse con los trabajadores de Calbuco y el campo. Cárdenas comprendió muy temprano las palabras del Papa León XIII: “El trabajo humano es la clave de toda la cuestión social”.

Calbuco era en el siglo XX un gran centro industrial, con 12 fábricas de conservas y una gran masa de trabajadores temporeros y uno que otro de planta, por conocer algún oficio. El mismo nos narra: “El trabajador de la fábrica de conservas vivía en condiciones muy miserables...”y así “...tuve la osadía de formar el Primer Sindicato de Obreros de Fábricas de Conservas”. Con la venia de su jefe, que facilitó el local de la Escuela Balmaceda, para que cientos de trabajadores se reunieran en ese lugar y Floridor Cárdenas les diera a conocer sus derechos. Frisaba don Floridor por esa época los 25 años.

Calbuco vivió una jornada verdaderamente revolucionaria, situación que fué muy resistida por la patronal, quienes no querían que los trabajadores se organizaran y fueran representados por interlocutores válidos. Pero se formó el Primer Sindicato. Se buscaron mil formas para destruir la organización, pero la lucha constante para crear conciencia que el trabajador unido debe defender su derechos a mejor vida para sí y esta idea se entronizó en el trabajador. A la vuelta de dos años renació el Sindicato con renovados dirigentes y constituído en forma legal.

Don Floridor nos recuerda que: “ En esta casa se reunían los trabajadores -la directiva de los trabajadores- alrededor de esta mesa. Les enseñábamos a los muchachos a llevar un Libro de Actas, de secretaria, de tesorería, redactar estatutos y reglamentos del Sindicato. Mucha veces llegaban los dirigentes en época de invierno, lloviendo con furia y mi esposa les servía un cafesito. ¡Cuantos recuerdos hay alrededor de eso!".

También contribuyó a formar el Sindicato de Trabajadores de Mar y Playa, el Primer Sindicato de la Construcción en Calbuco, con motivo de la construcción del Grupo Escolar, hoy escuela “Eulogio Goycolea”; el Sindicato Industrial de la Fábrica La Vega, el cual según la legislación de la época4 tenían participación en las utilidades de la empresa.

También participó activamente en la formación de Cooperativas de Pequeños Agricultores y Cooperativas de Campesinos, con escasos resultados, por falta de experiencia en gestión de los campesinos isleños.

e) Don Floridor Cardenas y la politica.

Don Floridor era uno de esos hombres que creía que el hombre no siempre es el lobo del hombre, que no creía que el destino del hombre sea sólo satisfacer su apetito, con mayor o menor voracidad, un depredador con leyes a su amaño para apropiarse del trabajo de los otros, como plantea el sistema capitalista. Era un hombre con ideales, un intuitivo humanista que aspiraba por días mejores en la inmensa humanidad. En 1936 junto a un grupo de trabajadores y vecinos fundó la filial del Partido Socialista en Calbuco. Durante décadas fué uno de sus principales dirigentes. En 1956 el Partido de Allende5, lo llevó a la administración del poder local como regidor, cargo que ocupó hasta 1960.

Por esta condición de hombre político, en su hogar recibió a muchos líderes del pueblo. En la misma mesa donde se sentaban los obreros del sindicato, estuvo honrándola también el compañero Presidente don Salvador Allende. Estuvo allí tres veces: cuando era senador y como candidato a presidente. También altos dirigentes como don Volodia Teitelboim, doña Carmen Lazo, don Aniceto Rodriguez, el Intendente de Llanquihue don Francisco Sepulveda

f) Don Floridor Cárdenas y el progreso ciudadano.

Tal vez una de las acciones más señeras que recordaba don Floridor fué su lucha por el progreso material de Calbuco, y entre ellas hay una cargada con especial simbolismo: la lucha por la electrificación de Calbuco a través de la conexión a la red estatal productora de energía de la central hidroeléctrica Pilmaiquén.

Despues del gran incendio de 1943, el pueblo había caído en una apatía desesperante. La recuperación del pueblo no se veía llegar por parte alguna. Pero poco a poco comenzó a surgir un lento espíritu de renacimiento en algunos sectores, especialmente la gente joven.

Como una forma de cambiar la mentalidad del pueblo, fué surgiendo como bandera de lucha el proyecto de luz eléctrica para todo Calbuco. Surgió entonces la consiga “De Calbuco a Caicaén, sólo luz de Pilmaiquén”.

Nos contaba don Floridor que “esa consigna fué todo un símbolo y fué una demostración queluchando, Calbuco podía conseguir muchas cosas. Unido el pueblo y con objetivos bien claros, podía llegar también a metas muy definidas. Eso fué lo que se descubrió en esa oportunidad; y ocurrió en un momento de baja en el espíritu del hombre calbucano, quién consideraba que no surgía mas... ; pero el despertar del año 1952, el gran comicio que se realizó el 16 de agosto de 1952, donde -imagínese- de 2500 habitantes que tendría Calbuco entonces, salieron 2000 personas en la noche y llevando sus pancartas, sus antorchas, gritaron sus consignas por las calles oscurecidas del pueblo bajo la lluvia. Allí se creó un gran espíritu de lucha”.

Esa misma noche del “GRITO DE CALBUCO”, se creó un Comando de Defensa de Calbuco, siendo elegido Presidente don Floridor. Otros dirigentes de esa época fueron el escritor don Edesio Alvarado, don Sergio Oyarzo, don Gastón Gómez, don Juvenal Guerrero6.

Fueron enviados por el pueblo a Santiago don Floridor, el señor Alcalde don Rodolfo Nieman y el regidor don Sergio Oyarzo para gestionar los recursos que hicieran progresar al pueblo. El escritor don Edesio Alvarado fué la llave de Santiago. Gracias a las gestiones que hizo en la ciudad de los espejismos; este grupo de vecinos calbucanos pudo llegar a entrevistarse con el Presidente de la República Gabriel González y el candidato a sucederlo Carlos Ibañez del Campo.

Rememoraba don Floridor que gracias a la gestión del escritor don Edesio Alvarado, figura nacional de la literatura, se abrieron muchas puertas de oficinas y reparticiones . La delegación se entrevistó con ministros, diputados, senadores, etc. “Edesio tenia una gran habilidad para hacer y crear cosas” y en ese viaje a Santiago se consiguieron muchas cosas, entre otras lograron los recursos para la instalación del alumbrado eléctrico; y agregaba don Floridor: “pareció que a partir de ese viaje todo lo demás fué más fácil: liceo, oficinas fiscales, pedraplén, hospital nuevo, agua potable, teléfonos, etc.

g) Don Floridor Cardenas y la Educación

A comienzos de la década del 50, en pleno siglo XX, los jóvenes calbucanos que terminaban sus estudios primarios no tenían otra alternativa para continuar estudios que emigrar a las ciudades que tenían liceos, escuelas industriales, escuelas normales, institutos alemanes, etc.

Los hijos de la oligarquía local no tenían problemas para pagar viajes, alimentación, alojamiento, vituallas, en estas ciudades; pero un gran contingente de muchachos y muchachas quedaba sin formación para el trabajo por razones económicas, o porque no alcanzaban niveles de excelencia que les permitieran acceder a las escuelas normales o industriales que entregaban educación e internado gratis mantenidos por el Estado chileno.

Un grupo de profesores y funcionarios de la Inspección Departamental de Educación, organizaron un Consejo Administativo y crearon el Primer Liceo Particular de Calbuco. El director de este establecimineto de enseñanza secundaria y uno de los fundadores fué don René Salvo Sanhueza. Don Floridor también integrante del Consejo fué el primer Inspector de este establecimiento educacional de carácter vespertino para jóvenes y adultos que funcionaba en el local de la Escuela Nº 1 de Calbuco. Este primer intento de fundar la enseñanza secundaria en Calbuco es el origen del actual Liceo Holanda.

El 11 de agosto de 1998, el Liceo Politécnico de Calbuco bautizó la biblioteca de ese liceo con el nombre de “Floridor Cárdenas Cárdenas”, haciéndole un justo homenaje al singular hombre público.

h) Don Floridor Cárdenas y la Historia Local

Don Floridor es el gran cronista del Calbuco de la segunda mitad del siglo XX. Desde su privilegiado puesto de corresponsal periodístico, vivió y escribió la nota relevante de cada acontecimiento isleño. En la prensa regional está improntada la huella de su labor, que más allá de la noticia del día a día, le hizo escarbar en los acaecimientos de las personas e instituciones calbucanas.

No obstante eso, al final de sus días, en reunión con don Esteban Barruel, durante muchas tardes de muchos meses lograron dar a luz un largo recuento de la historia calbucana del siglo XX. El texto de Barruel y don Floridor “Historia Cotidiana y Contemporánea del Pueblo de Calbuco en el Siglo XX”, un libro de alrededor de 350 páginas es el principal texto de la historia de este período. Fué lanzado con motivo de los festejos del IV Centenario de la fundación del Fuerte San Miguel de Calbuco y es la obra póstuma de Don Floridor. En ella se recrean sus valiosos testimonios del siglo que vivió.

i) Don Floridor Cárdenas y la Creación Literaria.

Hombre de pluma fácil, también incursionó en la literatura, aunque gran parte de su obra se ha perdido. Recordemos que preparaba y adaptaba piezas para teatro, piezas de oratoria, amén de escritos periodísticos.

Se inició en la narración a los 16 años publicando en un diario portomontino la chanza de un imaginario encuentro deportivo, donde participaban personajes calbucanos, todos identificados con sus apodos, lo que causó revuelo entre los isleños.

Hace años nos entregó un relato mecanografiado de su autoría titulado “ La Apasionante Vida de las Hermanas Alarcón”, relato costumbrista que transcurre en Calbuco y que nos habla de identidades tan cercanas a nosotros, que los calbucanos nos reconocemos en ella. Lo publicamos a continuación de este recuento.

***

Don Floridor Cárdenas partió a redactar crónicas a lugares mas excelsos el 07 de septiembre de 2001. Nos cuenta el profesor y folclorista calbucano don Milton Vargas que el día de sus funerales sólo un reducido número de personas lo acompañó en su última crónica. Esa mañana los cielos de Calbuco lloraron como nunca, el carro con los restos de don Floridor se atascó, producto de la fuerte lluvia. La eterna lluvia de los archipiélagos, también hacía compañía a este ilustre calbucano del siglo XX. “Viva moneda de oro, que no se volverá a repetir”7.

Autor: JOSE D. MANSILLA ALMONACID

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LA APASIONANTE VIDA DE LAS HERMANAS ALARCON

FLORIDOR CARDENAS CARDENAS

Aquella noche de San Juan, un fuerte y helado viento norte se filtraba por todos los resquicios de la vieja morada de las hermanas Alarcón, situada en calle Antonio Varas, construida sobre una especie de malecón de tierra y madera. Un frondoso manzano plantado al límite de la propiedad, que llegaba con su ramazón casi al medio de la calle, gemía doliente ante las arremetidas del temporal. Al frente, un edificio de tres pisos, situábase el Hotel Francke, lugar de reuniones de los notables de Calbuco y concurrido establecimiento turístico en época de verano.

En casa de las señoritas Alarcón el invierno era más duro. Un brasero con carbón vegetal y dos velas encendidas en la sala principal era toda la lumbre hogareña que esa noche entibiaba el ambiente, compuesto por dos dormitorios, una salita de estar, un pasillo central y lo que llamaban un pequeño “despacho” con mostrador y alguna estantería. El viento, que hacía trepidar las deterioradas ventanas de la vieja casa, traía el eco de una guitarra y alegres canciones, señal que en alguna casa cercana se celebraba el tradicional “reitimiento” de chancho. Al fondo y con acceso a calle Eulogio Goycolea se ubicaba el Hotel Olavarría, desde donde se oían claramente los acordes de un piano. Las calles desiertas y silenciosas solo el ruido cantarino del agua que abundantemente corría por las acequias y arroyuelos tan característicos del viejo Calbuco.

MITO Y ESPERANZAS

Pero el mutismo que dominaba la casa de las Alarcón aquella noche de San Juan tenía algo de siniestro, misterioso, a la espera de un gran acontecimiento, acaso sobrenatural. Sólo los pasos tardos del viejo Bartolo Huenante que trajinaba en una mediagua adyacente, interrumpían periódicamente este comprometedor silencio. Bartolo premunido de un chuzo y una pala esperaba que el reloj de la Iglesia diera las doce campanadas marcando la medianoche.

Bartolo era un viejo servidor de las Alarcón. Oriundo de la localidad de San Antonio, conoció a Olinda cuando ésta hacía de profesora en la Escuela del lugar. En su juventud viajó por diversos mares del mundo, marinero de los buques veleros de la Firma Oelckers, conoció otras tierras y supo de alegrías, penas y amores. Ancló finalmente en su tierra natal y allí conoció a Olinda, la joven maestra. Un amor, cercano a la veneración, surgió en el corazón del experimentado marinero, pero Olinda jamás supo de esta inconfesable pasión, siempre encontró en él solo un amigo, un buen hombre, un fiel servidor. Cuando ella hizo dejación de su cargo de profesora rural para acogerse a la jubilación, se vino a vivir a Calbuco junto a sus tres hermanas solteras y con ella se vino también Bartolo Huenante para seguir sirviendo a las Alarcón como lo habia hecho tantos años para Olinda, con tanta abnegación y respeto. Era el hombre de confianza, fiel y honrado.

Las hermanas Alarcón tenían un pequeño despacho donde se vendía el pan de la mañana sabroso y fragante, riquísimos alfajores, los sabrosos y blancos merengues que se deshacían en la boca de los niños, los mantecados, la chancaca de leche, los singulares “cachos”, una mezla de miel quemada envuelta en un cucurucho de papel que los escolares gustaban con deleite. En esta industria pastelera artesanal, Bartolo desempeñaba un papel importante, era quien a primeras hors de la madrugada, encendía el horno de cancagua para cocer el pan matinal y las esquiciteces que las Alarcón sabían hacer con maestrían inigualable en Calbuco, manjares que grandes y chicos gustaban con ansias. Esta pequeña industria era la principal fuente de recursos en este modesto hogar, que se complementaba con la escasa pensión de la maestra jubilada. Honoria, la mayor de las hermanas, una voluminosa mujer, oficiaba de dueña de casa, la jefe del hogar. Además de nuestra ya conocida Olinda, seguían en orden cronológico Gertrudis y Prudencia.

Pero aquella noche de San Juan marcaría un hito importante y decisivo en la vida de las señoritas Alarcón. El fiel Bartolo sabía exactamente donde estaba el “entierro”. El año pasado lo vió arder junto a una roca, muy cerca de la mediagua donde se faenaba el pan. Sentía la seguridad que este año, esta noche, ardería de nuevo en cuanto el reloj marcara las doce campanadas.

La medianoche llegó al fin. El lejano aullido de un perro puso la nota siniestra del momento. Un gato negro, más negro que la noche misma, se cruzó entre las piernas de Bartolo, que premunido de la pala y el chuzo se aprestaba a extraer de la tierra profunda el tesoro escondido y bien guardado quizás por cuantos años. Un silencio profundo reinaba en el interior de la casa, parecía que una sola palabra que saliera de los labios de las cuatro hermanas agazapadas y anhelantes, rompería el hechizo, el sortilegio esperanzador. Sólo el ruido de las herramientas que horadaban la tierra en busca del tesoro rompía aquel ambiente de pesado silencio y de incertidumbre.

¿Qué pasó en aquella noche de San Juan?. Solamente Bartolo Huenante y las cuatro hermanas Alarcón saben lo ocurrido en esa madrugada del 24 de junio. Una mutua complicidad de un secreto que se gurdaría herméticamente entre las cuatro paredes de este hogar.

EFIMERA PROSPERIDAD

A fines del mismo año de ocurridos los hechos relatados, Calbuco fué sorprendido con la noticia de que las hermanas Alarcón habían adquirido un amplio terreno ubicado en calle Ernesto Riquelme, muy central, donde se iniciaba la construcción de una residencia de dos pisos y que de acuerdo con la planificación, contaría con todas las comodidades y confort que una moderna vivienda requiere. A los pocos meses y en forma muy acelerada se levantaba airoso y desafienate a las habladurías pueblerinas un hermoso edificio de la mejor madera de la zona, forrado totalmente en zinc, amplios ventanales, escaleras de acceso de concreto. En su interior grandes salones, comedores, brillantes y bien torneadas escaleras, dormitorios y salas de recibo, todo a gran lujo. En la parte interior de la propiedad se instalaron las dependencias destinadas a la industria pastelera, y a un costado de la vivienda la morada destinada a Bartolo, el fiel asesor.

Cuando las hermanas Alarcón tomaron posesión de su flamante nueva residencia, abrieron de par en par sus salones a la sociedad calbucana que ávida de conocer esta brusca transformación y absorta ante lo inexplicable, se apresuraba a asistir a las reuniones, para lograr descubrir la varita mágica que operó este cambio tan profundo.

Lo mejor de la sociedad de Calbuco comenzó a concurrir a las ostentosas tertulias que periódiamente ofrecían las señoritas Alarcón. Una gran vitrola ortofónica, lo último en plaza, alegraba las reuniones de estas “nuevas ricas”, donde se servían los mas esquisitos manjares. No podía faltar el piano, signo de grandeza de las familias de la época, un hermoso instrumento de fabricación alemana, adornaba el salón principal tapizado de alfombras persas y gobelinos importados. Lámparas de lágrimas, grandes espejos y hermosas plantas interiores daban la nota romántica a la mansión.

EL OCASO DE LAS ALARCON

Una mañana la noticia circuló como reguero de pólvora en el pueblo. La mayor de las hermanas, Honoria, había fallecido inesperadamente. Fué encontrada muerta en su amplio lecho, el corazón no pudo resitir más aquel voluminoso cuerpo, dejó de latir apretado por la grasa circundante. El pesado cuerpo de Honoria fué ricamente vestido y expuesto a la curiosidad del público, mientras desde Puerto Montt se traía una costosa urna. El velatorio duró dos días con sus respectivas noches. Centenares de personas pasaron junto al féretro.

Si las fiestas de las Alarcón eran memorables, el velatorio y sepultación de doña Honoria fueron extraordinarios. A medianoche se servía un exquisito café con toda clase de pasteles. A eso de las tres de la madrugada, nuevamente café con un sabroso bistec con huevos. Aproximadamente a las siete de la mañana, para aquellos que habían amanecido en el velatorio, una cazuela de ave, un tanto cargada al ají para reconfortar el cuerpo. Mientras tanto durante la noche circulaban abundantemente los más variados licores y se ofrecía toda clase de finos cigarrillos.

El funeral de doña Honoria, fue una gran manifestación de pesar. La misa de difuntos, un despiegue de boato religioso. La banda del Club “21 de Mayo” acompañó los restos de esta distinguida dama al cementerio.

Habían transcurridos apenas tres meses, la calma había vuelto a la residencia de las señoritas Alarcón, cuando una nueva tragedia remeció el ambiente calbucano. Corrió la noticia que Olinda, la maestra jubilada, mientras cocinaba en su hogar, fué víctima de un ataque cardíaco, falleciendo instantáneamente. De nuevo el velatorio y su magnificiencia, la pompa de los funerales y el sentimiento colectivo de la comunidad ante la muerte repentina de la maestra emérita.

Entre tanto, ¿qué ocurría con Bartolo Huenante?. El viejo y fiel servidor de las hermanas Alarcón decidió refugiarse en su tierra natal, en su miseria campesina de la localidad de San Antonio. Muerta Olinda, ya nada lo ligaba a este hogar que tan apresuradamente se derrumbaba. Ruminado su fatal destino, con la espalda encorvada por los años, seguía siendo despositario del mayor de los secretos de su miserable existencia. Nadie reparaba en el pobre Bartolo.

El colapso del hogar de las hermanas Alarcón era inminente y acelerado. ¿Qué paso con el resto de la fortuna estraída de la tierra aquella noche de San Juan?. Honoria y Olinda, fallecidas repentinamente, se llevaron a la tumba la respuesta a esta interrogante.

En el curso de los cinco meses siguientes, vale decir antes de un año del deceso de Honoria, fallecen por causas diversas las hermanas Gertrudis y Prudencia. En cada caso, la noticia no tuvo a espectacularidad de las dos primeras. Los velatorios cayeron en modestia pueblerina. Los funerales ya no tuvieron la relevancia anterior, la banda instrumental del “Club 21 de Mayo” ya no acompañó los restos, sólo sencillas ceremonias y escaso público fue la característica en cada ocasión.

TRAGICO EPILOGO

¿Qué jugada del destino vincula los hechos y personajes del relato que antecede con el trágico 31 de enero de 1943, cuando un voraz incendio destruye en pocas horas las tres cuartas partes de Calbuco?

El incendio, curiosamente, se inició en lo que fué la antigua residencia de las señoritas Alarcón, en calle Antonio Varas. Las primeras personas que acudieron al lugar del siniestro aseguran que le fuego comenzó en la vieja mediagua donde las Alarcón faenaban el pan matinal y los apetitosos pasteles. El origen del fuego jamás fué aclarado, hasta hoy sigue siendo un misterio, ya que dicha mediagua no era usada por las personas que allí vivían. En el patio, cerca de una roca, un pozo de aproximadamente dos metros de profundidad, estaba seco, abandonado.

La noche del 31 de enero de 1943, mientras se consumían los escombros y el fuego declinaba, fueron muy pocas las personas que repararon en la presencia de un personaje de raras características que circulaba en las inmediaciones de lo que fue la residencia de las Alarcón. Un hombre, al parecer de edad avanzada, cubierto con una manta de lana, descalzo, premunido de un bastón, removía aún los humeantes escombros, como si quisiera encontrar entre los restos una señal que le hablara de su fatal destino. Alguien asegura que a eso de la medianoche se escuchó una fuerte y nerviosa carcajada, casi un alarido, saliendo desde el lugar donde comenzó el incendio, una risotada profunda, mezcla siniestra de burla y maldición, de diabólica expresión de rabia e impotencia. Este personaje de tan singulares características, ¿era acaso Bartolo Huenante?...

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NOTAS

1Para mí esta era la tercera vez que entrevistaba a don Floridor. Ya anteriormente habíamos grabado muchas horas de conversación, en compañía de su señora esposa y mi hija Nayalet en el verano de 1981, apenas un día después que Edesio Alvarado partiera de la última visita que hizo a la isla amada.

2El Orán era un barco propiedadde Jorge 2ª Ditzel que hacía el cabotaje entre las islas y el puerto.

3Eran los tiempos de la Gimnasia Sueca, que se practicaba en todas las escuelas para coordinar la motricidad del cuerpo, estilizar la figura. Ello junto con una alimentación sana papas, pescados, harina tostada, piures contribuía a armonizar la figura. La siutiquería actual, el arribismo y el comsumismo irracional ha reemplazado estas sanas prácticas por comida chatarra que nos transformó de chilotes elásticos y azules en el país de los oblongos.

4Leyes cortadas de raíz por Piñera, el sirviente de la dictadura y terminadas de cercenar por los gobiernos de la Concertación

5El antiguo, el que sucumbió, no el de los dirigentes actuales que han hecho un partido de socialistas serviles para el neocapitalismo más voraz de la historia.

6La instalación del sistema eléctrico conectado a Pilmaiquén tuvo grandes detractores. Algunos conspicuos personajes -que ocupaban puestos públicos y de gran poder económico- hacían encuestas entre la gente, barajaban datos, etc., para demostrar si se justificaba hacer una inversión de esa envergadura. Era gente que tenía sus problemas resueltos, poseían motores para producir energía eléctrica en sus fábricas, etc.

7Versos de García Lorca.